Estado Unidos y Rusia no consiguen resolver sus diferencias sobre el conflicto sirio, lo que frustra un cese de las hostilidades en la zona. Tras varias horas de reunión en Ginebra con su homólogo ruso, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, achacó a discrepancias de tipo técnico entre ambas partes la imposibilidad de alcanzar un acuerdo que permita a un cese de las hostilidades para llevar ayuda humanitaria a áreas militarmente sitiadas, en particular Alepo.

"Todavía tenemos algunos asuntos técnicos que resolver y nuestros expertos se reunirán en los próximos días en Ginebra para completarlos", manifestó Kerry tras el encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov. "Nada nos permite hacer un anuncio que está destinado a un fracaso. No queremos un acuerdo por un acuerdo, queremos hacer algo que sea efectivo para el pueblo de Siria, para la estabilidad de la región y que permita volver a la mesa de negociaciones para buscar una solución política", explicó.

La reunión entre Kerry y Lavrov estuvo precedida del trabajo de equipos de expertos políticos y militares de ambos países trabajaron juntos en los últimos días para determinar los detalles técnicos de la nueva tregua. Ante la falta de un acuerdo final, los mismos equipos seguirán trabajando con el objetivo de "dar los pasos necesarios para superar la profunda desconfianza que existe en todas las partes", según Kerry.

En cuanto se den las condiciones idóneas, la ONU propiciará un encuentro entre el gobierno y la oposición sirias para reanudar las negociaciones que lleven hacia una transición política en el país. Lavrov, por su parte, considera que, pese a la ausencia de un acuerdo, su reunión con Kerry "no significa que nuestras posiciones no se hayan acercado". Hay, según el ministro de Exteriores ruso, avances en áreas específicas en las que ahora trabajarán con las partes que apoyan: Rusia con el Gobierno sirio y Estados Unidos con los grupos rebeldes para "remover así los obstáculos que persisten para un cese de las hostilidades". Uno de los acuerdos preliminares es el de reforzar los contactos diplomáticos y militares, particularmente entre la base militar rusa en Siria y la que EE UU tiene en Jordania. Lavrov fija como objetivo prioritario de estos pasos previos el relanzamiento de un diálogo directo entre el gobierno y la oposición sirias tan pronto como las condiciones lo permitan.