Cerca del 60 por ciento del centro de refugiados e inmigrantes de Moria, en la isla griega de Lesbos, ha quedado destruido por el incendio registrado en la noche del lunes y que obligó a evacuar a unas 4.000 personas que se encontraban en las instalaciones, según ha informado un mando de la Policía griega.

Bajo condición de anonimato, el mando policial ha dicho que los daños son "extensos" y que las tiendas y los contenedores han quedado calcinadas. Muchos de los residentes del campo volvieron cuando se extinguieron las llamas. Un mando de la Policía en Atenas ha dicho que se han enviado a Lesbos dos equipos de agentes antidisturbios.

Todavía se desconoce cómo se originó el fuego pero los medios de comunicación griegos han indicado que habría comenzado por un enfrentamiento entre migrantes tras las especulaciones sobre el inicio inminente de un proceso de deportación a Turquía.

Según el diario griego 'Kathimerini', tras el incendio, algunos de los refugiados e inmigrantes se dirigieron a la localidad de Moria para intentar quedarse allí y varios residentes se lo impidieron, lo que les llevó a trasladarse a pie otros 25 kilómetros para llegar hasta Mytilene, la capital de la isla.

Las tensiones en los campamentos y centros de refugiados en las islas griegas han aumentado en los últimos meses por el lento avance de los procesos de evaluación de las solicitudes de asilo y las duras condiciones que se viven en las instalaciones.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha asegurado que el incendio está relacionado con las malas condiciones de los campamentos y la incertidumbre que padecen los inmigrantes.

"No saben si se tramitarán sus solicitudes de asilo. Algunas personas creen que no tienen suficiente información", ha señalado Roland Schoenbauer, portavoz de ACNUR en Grecia, según informa Reuters. "La gente está cansada de tanto esperar", ha añadido.

Sobresaturado desde hace meses

Panos Navrozidis, director de ACNUR en Grecia, ha afirmado que el campamento de Moria está sobresaturado desde hace meses y que los residentes tienen escaso acceso a agua y viven en condiciones que no cumplen los estándares humanitarios. Además, ha criticado el sistema de trámite de quejas por considerarlo "inconsistente y opaco" y ha dicho que hay trato preferente para algunas nacionalidades, lo que da lugar a tensiones.

La isla griega de Lesbos acoge más de 5.700 inmigrantes y refugiados, recluidos allí en virtud del pacto de la Unión Europea y Turquía hasta que se resuelvan sus solicitudes de asilo. Los que no reciben el asilo, serán deportados a Turquía.

Miles de personas han solicitado el asilo y la espera suele alargarse, llegando a durar varios meses. Más de 500 personas ha sido deportadas a Turquía desde marzo de 2016 pero entre los deportados ninguno había solicitado asilo, según las autoridades de Grecia.

A pesar de la reducción de las llegadas desde Turquía en comparación con 2015, más de 13.500 inmigrantes y refugiados están ahora en las islas griegas.

Incluidos los que están en las islas, Grecia acoge 60.000 refugiados e inmigrantes, en su mayoría sirios, iraquíes y afganos, que han llegado a Europa por mar. La ruta con destino a Europa se cortó en marzo, cuando los países de los Balcanes cerraron sus fronteras.