François Hollande, presidente de Francia, anunció ayer que los 7.000 inmigrantes del poblado conocido como "jungla de Calais", junto al canal de la Mancha, serán reubicados por todo el país y que se desmantelarán las chabolas en las que viven.

Hollande explicó que se habilitarán unas 9.000 plazas de acogida en "centros de recepción y orientación". Los extranjeros serán distribuidos en grupos de entre 40 y 50 personas durante un periodo de tres a cuatro meses, añadió. Quienes cumplan con los requisitos para la concesión del asilo podrán quedarse en el país, pero quienes no los cumplan, serán deportados, subrayó.

Entre tanto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, defendió que la UE financie la creación de una "ciudad gigante para refugiados" en la costa de Libia en la que se puedan procesar las solicitudes de asilo de africanos y asiáticos sin que tengan que pisar Europa.