El departamento de Policía de Charlotte-Mecklenberg (Carolina del Norte, EE UU) habría recuperado en el lugar donde fue muerto por disparos policiales el martes el ciudadano negro Keith Lamont Scott un arma del que se habrían extraído huellas que corresponderían al afroamericano abatido, según informó la cadena estadounidense CNN.

Una fuente cercana a la investigación aseguró, tres días después de los hechos, que la Policía obtuvo del arma huellas dactilares, sangre y ADN que coinciden con los de Scott. La fuente sostiene que la sangre, probablemente, cayó sobre el arma después de que el hombre fuera abatido.

La Policía sostiene que el ciudadano muerto representaba un peligro letal para los agentes, ya que se encontraba armado, mientras que la familia asegura que lo sostenía en sus manos era el libro que estaba leyendo. Los manifestantes que desde el pasado miércoles protestan cada noche en Charlotte reclaman que la Policía difunda los vídeos del incidente grabados con las cámaras incorporadas a los uniformes de los agentes policiales.

Charlotte vivió hasta la madrugada de ayer su cuarta jornada consecutiva de protestas, que, al celebrarse bajo el toque de queda, fue, como la del jueves por la noche, pacífica. La ciudad se encuentra en estado de excepción.

Pasada la medianoche (las seis de la pasada madrugada en España), hora de inicio del toque de queda, cientos de personas seguían en las calles del centro de la ciudad, escenario de las protestas violentas del martes y miércoles, que se cobraron la vida de un manifestante.

La violencia racial ha irrumpido de pleno en la campaña electoral, hasta el punto de que la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, manifestó su intención de visitar hoy, domingo, la ciudad. Sin embargo, optó finalmente por posponer el viaje, después de que la alcaldesa, Jennifer Roberts, se lo pidiera para evitar que crezca la tensión.

Tras conocer las intenciones de Clinton, Roberts, que también es demócrata, explicó que la ciudad tiene unos recursos limitados para seguridad y que prefería "recuperar el orden y el estado de normalidad" antes de recibir a los candidatos presidenciales.