Unos dos millones de habitantes de la ciudad siria de Alepo se encuentran sin agua corriente de la red pública debido a los ataques aéreos y a los cortes "deliberados" del suministro, denunció ayer el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).

Los intensos bombardeos perpetrados la noche del jueves dañaron la estación de bombeo de agua de Bab al Nairab y las hostilidades impiden la llegada de los equipos de reparación, dijo la representante de Unicef en Siria, Hanaa Singer, en un comunicado.

Esta estación suministra agua a unas 250.000 personas en los barrios del este de Alepo, en manos de la oposición y blanco de los ataques de la aviación del régimen sirio y de la rusa. "Como represalia, la estación de bombeo Suleiman al Halabi, que también se encuentra en el este, fue apagada, lo que implica el corte de agua para 1,5 millones de personas de la parte oeste de la ciudad", agregó Singer. Los barrios occidentales de Alepo están bajo el control de las autoridades sirias.

En el este, la población tendrá que recurrir a "agua de pozo altamente contaminada", según Singer, quien señaló que la situación en el oeste es mejor ya que los pozos de aguas subterráneas profundas proporcionarán "una fuente alternativa más segura".

El régimen sirio, con el respaldo de la aviación rusa, mantuvo ayer su dura campaña de bombardeos contra los barrios opositores de Alepo ante el estancamiento de las conversaciones entre EE UU y Rusia para renovar la tregua que expiró el pasado domingo a medianoche.

Los bombardeos están abocando al desastre humanitario a los barrios orientales de Alepo, asediados por el Ejército y donde casi medio centenar de personas murieron ayer por los ataques de la fuerza aérea siria y rusa.

"La situación es catastrófica, los aviones han estado bombardeando la localidad de forma incesante desde ayer (por el viernes), no hay ningún sitio seguro", lamentó en declaraciones a Efe por internet el portavoz de la Defensa Civil en Alepo, Jaled Jatib.

Sin embargo, la tregua sigue sin reaparecer en el horizonte. El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió ayer de que no habrá más altos el fuego unilaterales. "Si nuevamente todo se va a reducir a peticiones de pasos unilaterales por parte de las fuerza aéreas de Rusia y de Siria, no volveremos a atenderlas", dijo el canciller ruso, que el viernes se reunió infructuosamente con su homólogo de EE UU, John Kerry.

Lavrov recordó que en los últimos meses se han declarado altos el fuego de 48 y 72 horas para Alepo, la segunda ciudad siria. "Y cada vez nos convencemos de que estas pausa son aprovechadas por los guerrilleros, incluidos los de Al Nusra, para recibir refuerzos, víveres y armamento", agregó.