Al día siguiente del tercer y más duro debate presidencial entre la demócrata Clinton y el republicano Trump, el arzobispo de Nueva York los reunió en la tradicional cena de caridad en la que los candidatos -en la foto- suelen romper los bastones y sustituir las pullas por el humor ante un millar de invitados. Sin embargo, este año no fue posible, ya que ambos rivales continuaron lanzándose ataques ayer de madrugada (hora española) como si siguiesen en los platós escenario de sus cara a cara. Con todo, el arzobispo neoyorquino, cardenal Timothy Michael Dolan, consiguió que, al final, se dieran la mano.