Por primera vez, Estados Unidos se abstuvo el miércoles en la ONU en un voto de condena al embargo sobre Cuba, en lo que supone una nueva señal del acercamiento entre los dos países y de la voluntad de Washington de dejar atrás esta política.

La abstención estadounidense, secundada por Israel, permitió que la Asamblea General de Naciones Unidas sacase adelante el texto sin votos en contra y rozando la unanimidad, pues los otros 191 Estados miembros se pronunciaron a favor.

"Estados Unidos siempre ha votado contra esta resolución. Hoy, Estados Unidos se va a abstener", anunció minutos antes del voto la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, en unas palabras recibidas con una gran ovación del resto de países.