El vicepresidente electo de Estados Unidos, Mike Pence, será finalmente quien se encargue de comandar la transición de poder entre la Administración de Barack Obama y la de Donald Trump, en lugar del gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, según fuentes citadas por 'The New York Times'.

Hasta ahora Christie, uno de los pocos líderes republicanos que ha apoyado abiertamente a Trump, había asumido esta tarea pero, de acuerdo con las fuentes, el presidente electo quiere que Pence tome las riendas a medida que el proceso avance debido a su larga experiencia en política.

Otra de las razones de peso para este cambio sería, según dichos informantes, la acuciante necesidad de conformar un equipo de gobierno. La posibilidad de que Trump alcanzara la Casa Blanca parecía tan lejana que no tendría una idea clara de quiénes le acompañará estos cuatro años.

Pence contaría con la ayuda de un comité ejecutivo integrado por miembros del Congreso, en un claro gesto hacia los dirigentes republicanos en la sede legislativa, que le han dado la espalda durante la campaña electoral.

Mike Pence junto a su esposa. Foto: Reuters

Sin embargo, Christie no quedaría totalmente desplazado, sino que continuaría como 'número dos' del equipo para la transición. Además, el del gobernador de Nueva Jersey es uno de los nombres que suena con fuerza para ocupar una cartera.

Un gabinete ultraconservador

La Torre Trump, en el centro de Manhattan, fue escenario hoy de un constante trasiego de asesores y miembros del equipo de campaña de Trump, incluidos sus hijos Donald Jr., Eric e Ivanka, que preparan ya el que será el nuevo Ejecutivo que tomará las riendas del país a partir del 20 de enero, y que según todas las previsiones tendrá un marcado carácter ultraconservador.

Además de anunciar que Pence se encargará de diseñar el traspaso de poder, el equipo de Trump comunicó también que las figuras que formarán parte del nuevo equipo de transición, que incluyen a tres hijos del magnate neoyorquino, Ivanka, Donald Jr. y Eric, convertido en pieza central de los negocios y planes políticos del presidente electo.

Los políticos que defendieron la candidatura de Trump desde los primeros días de campaña recibirán cargos de importancia en el equipo de transición y probablemente en el Gobierno.

El expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich podría optar a varios cargos, entre ellos secretario de Estado, al igual que el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, que podría tener un papel en Justicia, o el senador Jeff Sessions, quien podría mover los hilos del presupuestos desde la Casa Blanca.

Rudy Giuliani. Foto: Archivo

Otro de los que tendrá un importante papel en el traspaso de poder entre la administración de Barack Obama y la de Donald Trump será Jared Kushner, magnate inmobiliario, marido de Ivanka Trump y considerado el verdadero director de la exitosa campaña del republicano.

Las especulaciones y filtraciones en los medios estadounidenses apuntan a que el nuevo Ejecutivo contaría con políticos ultraconservadores asentados en Washington y posiblemente figuras de Wall Street.

Eso contrastaría con el mensaje crítico a la política tradicional y a la influencia de los grupos de interés en el Gobierno que Trump reiteró durante la campaña y que caló tan bien entre sus seguidores.

Pese a abogar la noche de su victoria electoral por unir al país y ser el presidente de todos los estadounidenses, su ejecutivo podría estar compuesto por figuras ultraconservadoras, representantes del "Tea Party" o poco conciliadoras.

Trump, que se reunió ayer jueves con Obama en la Casa Blanca para iniciar el proceso de transferencia de poder que culminará con la toma de posesión el 20 de enero, deberá nombrar a los jefes de más de una decena de ministerios, así como agencias federales y otros puestos en la judicatura o dentro de la Casa Blanca.

Stephen Bannon, director del portal de noticias de la derecha alternativa Briebart, jefe de campaña de Trump y miembro del equipo de transición suena como posible jefe de Gabinete de la Casa Blanca, algo para lo que también podría optar el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus, el principal aliado del presidente electo durante su accidentada campaña de primarias.

Trump saluda a Reince Priebus. Foto: Reuters

La ultraconservadora figura del "Tea Party", exgobernadora de Alaska y excandidata a vicepresidenta en 2008 Sarah Palin podría ser nombrada secretaria de Interior, mientras que Ben Carson, exrival de primarias de Trump, adventista y neurocirujano, suena como posible secretario de Educación o de Sanidad.

Como secretario de Seguridad Nacional las apuestas se inclinan por el sheriff del condado de Milwakee, David Clarke, un antiabortista extremo, que ha criticado las manifestaciones contra la brutalidad policial y exige mano dura contra el crimen y los indocumentados.

Para el vital puesto de secretario de Defensa, Trump podría contar con el congresista Duncan Hunter, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas, y uno de los legisladores con un historial de votos más conservador del Congreso.

Para secretario de Estado, el equipo de Trump podría inclinarse por el regreso a la primera línea de John Bolton, ex embajador estadounidense ante la ONU, o contar con el senador Bob Corker. El Departamento del Tesoro podría caer en manos de algún banquero o ejecutivo de Wall Street.

El canal CNBC asegura que el equipo de Trump le ha ofrecido el puesto al polémico consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, criticado por sus excesos durante la crisis financiera.

Otro de los que podría dirigir el Tesoro es el multimillonario e inversor Carl Icahn, que confesó que abandonó la fiesta del triunfo electoral de Trump en mitad de la noche para invertir mil millones de dólares en acciones, ya que asegura que el resultado electoral es bueno para Wall Street