Los medios norteamericanos han empezado a hacer quinielas con los hombres y mujeres que cuentan con más probabilidades de formar parte del primer Gobierno de la era Trump. Y en ellas figuran tanto viejas glorias republicanas, caso de Newt Gingrich, como otras de cuño más reciente (Sarah Palin) y "clásicos" como Rudolf Giuliani, el hombre que al frente de la Alcaldía de Nueva York logró reducir los niveles de criminalidad de la ciudad.

Jefe de Gabinete. La jefa de campaña del presidente electo, Kellyanne Conway, es una de las pocas mujeres que suenan. Ella misma reconoció ayer que había recibido una oferta del magnate para que le acompañe a la Casa Blanca. Su destino sería el de jefa de gabinete. Pero tiene un rival, y poderoso: el presidente del comité nacional republicano, Reince Preibus, que está dudoso porque Trump es una fuente permanente de conflictos.

Fiscal general. Éste sería el puesto reservado, lógicamente, a Giuliani. Pero también habría que considerar las opciones del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, ahora jefe del equipo de transición de Trump, pero antes rival en las primarias.

Secretario de Estado. El candidato con más posibilidades es el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich. Y si no, Bob Corker, senador por Tennessee, o el exembajador ante la ONU John Bolton.

Secretario de Defensa. Una cartera crucial en el gabinete de un presidente tan belicoso. Defensa puede ser para el senador por Alabama Jeff Sessions, estrecho colaborador de Trump en la campaña. También otro asesor, el general retirado Michael Flynn, exjefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, sale en las quinielas.

Secretario de Interior. Podría ser para la excandidata a la Vicepresidencia Sarah Palin. Pero también para el petrolero Forrest Lucas o el propio hijo de Trump, Donald jr.

Secretario del Tesoro. Tiene posibilidades el exejecutivo de Goldman Sachs Steven Mnuchin.

Secretario de Energía. Otro petrolero, el director de Continental Resources, Harold Hamm, un viejo amigo de Trump.