El presidente electo de EE UU, Donald Trump, eligió ayer a tres hombres con un marcado perfil ultraderechista para puestos clave de su administración en el ámbito de la justicia y la seguridad. Se trata del senador por Alabama Jeff Sessions, que será propuesto al Senado como fiscal general (Justicia); el general retirado Michael Flynn, elegido como Consejero de Seguridad Nacional, y el congresista por Kansas Mike Pompeo, a quien el Senado tendrá que confirmar como director de la CIA. A diferencia de Sessions y Pompeo, el general Flynn no tendrá que ser ratificado por el Senado ya que el suyo es un puesto de confianza de la Casa Blanca.

Estos tres nombramientos se suman a los dos ya efectuados por Trump, el del presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, como jefe de gabinete, y el del activista del supremacismo blanco Stephen Bannon como estratega principal y jefe de asesores de la Casa Blanca. De los cinco, el único que tiene un perfil relativamente moderado es Priebus.

El nombramiento de Sessions como fiscal general ha suscitado una inmediata reacción de alarma por parte de políticos y organizaciones vinculados a la defensa de los inmigrantes, pues son conocidas sus posiciones montaraces en ese campo. El congresista demócrata por Illinois Luis Gutiérrez lo dibujó ayer como alguien que "ha bloqueado todos los esfuerzos para mejorar, modernizar y humanizar" el sistema migratorio de EE UU. En su opinión, la elección de Sessions hará retroceder al país medio siglo en cuestión de derechos civiles.

En cuanto al general Flynn, cuya carrera militar se ha desarrollado en el mundo del espionaje y las operaciones encubiertas, su elección como Consejero de Seguridad Nacional llega horas después de que la ONG Human Rights Watch denunciara su total desprecio hacia la Convención de Ginebra y otras leyes que prohíben la tortura. Sus detractores destacan su obsesión antimusulmana, bien puesta de manifiesto en Twitter, donde ha escrito que "el miedo a los musulmanes es algo completamente racional". Flynn ha sido contertulio habitual de la cadena oficial rusa Russia Today (RT).

Pompeo, el escogido para dirigir la CIA, es, además de una de las enseñas del Tea Party, un acérrimo detractor del acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y la comunidad internacional y un firme defensor de los programas de megaespionaje sacados a la luz por el analista Snowden. Tras conocer su elección, expresó ayer mismo su deseo de "trabajar cuanto antes con los guerreros de los servicios de inteligencia".