El ex primer ministro francés Alain Juppé se ha lanzado a la ofensiva contra su rival en las primarias del centro-derecha francés, el también exjefe de Gobierno François Fillon. Así quedó de manifiesto en su primer y último debate "a dos" -el pasado jueves por la noche- antes de que mañana los electores decidan quién es el candidato.

Una semana después de que Fillon se convirtiera en el favorito al obtener en la primera vuelta el 44% de los votos, Juppé no ahorró las críticas contra su oponente. Lo hizo con cordialidad, pero también con firmeza. Las cerca de dos horas en las que ahondaron en sus respectivos proyectos para el país comenzaron suaves, pero viraron por momentos en un ajuste de cuentas personal y político.

"Sabes que siempre te he tenido estima, y no he cambiado de opinión. Pero nos podemos hacer preguntas, y eso es lo que he hecho cuando tus posturas o propuestas no me parecían claras", le dijo Juppé, que el martes cuestionó el posicionamiento de su rival sobre el aborto. Fillon criticó que estos últimos días se le tachara de homófobo o de reaccionario. Los dos coinciden en la necesidad de facilitar los despidos, reducir el número de funcionarios, aumentar la jornada laboral o subir el IVA, pero sus respectivos matices hacen que el plan de Fillon sea tachado de radical y el de Juppé de demasiado prudente. "Suprimir 500.000 funcionarios es imposible", le dijo a Fillon Juppé, que en su programa aboga por un recorte de 250.000 puestos.