Los alemanes que residen en Asturias temen que el atentado del martes en Berlín de alas a los partidos xenófobos de extrema derecha que han hecho bandera del odio al inmigrante y al refugiado como su principal reclamo electoral. Aunque la Policía dejó ayer por la tarde en libertad al pakistaní de 23 años demandante de asilo que había sido detenido en un primer momento por el atropello múltiple que mató a doce personas y dejó heridas de diversa consideración a medio centenar más, Rolf Beyebach está convencido de que habrá un movimiento para "echar la culpa del ataque a Angela Merkel" por quienes defienden que su política respecto a los refugiados es demasiado complaciente.

Beyebach, que llegó a Asturias en 1968 para ponerse al frente de la factoría de refractarios en Lugones, solo encuentra una palabra para definir lo sucedido en su país de origen: "terrible". Porque "terrible es que haya gente tan ideologizada que sea capaz de coger un camión y lanzarse contra la multitud para matar o herir a cuantas más personas mejor", indica este octogenario alemán, que considera prácticamente imposible evitar ataques como el perpetrado contra un mercadillo de Navidad de la zona oeste de Berlín, repleto de casetas de cocina tradicional y de artículos para adornar abetos. "Se pueden hacer muchos controles, pero no parece que se pueda mirar y comprobar quien conduce cada camión", indica Beyebach.

"Aunque Alemania estaba bajo amenaza, como casi toda Europa, y se habían incrementado las medidas de seguridad, este tipo de atentados son difíciles de evitar", añade.

En todo caso, Beyebach subraya que estamos ante una amenaza global de la que nadie está libre. "Ayer fue Berlín, pero mañana puede ser Gijón o cualquier otra ciudad europea", apunta el germano, confiado en que la ciudadanía de su tierra de origen va a mantener la calma en unos momentos tan complicados para el país.

La opinión sobre el mortífero atentado de Berlín de Beyebach coincide en líneas generales con la de una profesora alemana que reside en Soto del Barco y da clases de su lengua materna en Avilés, que prefiere mantener su identidad en el anonimato. La docente también teme que pesquen a río revuelto los partidos xenófobos, como Alternativa por Alemania (AfD), que ya ha iniciado una ofensiva total contra la canciller Merkel y su política sobre los refugiados. Uno de sus eurodiputados, Marcus Pretzell, ha llegado a decir que las víctimas del mercadillo de Berlín son "los muertos de Merkel". "Es posible que con lo que ha pasado ganen votos y, personalmente, lo veo fatal", indica la profesora.

"En Alemania hay muchos refugiados y la situación política no está muy bien, pero espero que pueda seguir habiendo una buena convivencia entre todos", sentencia la germana afincada en Soto del Barco.

La visión de los asturianos que están en Alemania pasando unos días de vacaciones transmite la sensación de que el país mantiene la calma y cierta tranquilidad pese al sangriento ataque. "Aquí todas las noticias son del atentado. Al haber sido en día laborable, todos van a comer y tomarse el vino caliente a esa hora, por lo que podía haber sido una masacre más grande que la de Niza, porque no hay por donde escapar. Los mercadillos son ratoneras. Si llegan a haber estallado el camión hubiesen muerto todos", afirma la gijonesa Teté Balseiro, que visita estas navidades a su familia alemana. Instalada entre Koblebz y Linz reconoce que, pese a lo ocurrido, "se ve a la gente tranquila". El domingo visitó con su hijo Pelayo el mercado de Colonia: "A media mañana ya estaba hasta la bandera".