El máximo tribunal penal de Argentina decidió ayer reabrir la denuncia que el fiscal Alberto Nisman realizó en 2015, días antes de aparecer muerto en extrañas circunstancias, contra la entonces presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de terroristas, y que ya había sido desestimada en varias instancias. La reapertura del caso se produce a los dos días de que Fernández de Kirchner fuera procesada por corrupción y se le impusiera una fianza equivalente a unos 635 millones de euros.

Nisman, que investigaba el atentado de 1994 contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos y sigue impune, denunció a Fernández de Kirchner (2007-2015) y otros altos cargos de su Gobierno en enero de 2015. La denuncia fue formulada cuatro días antes de ser hallado muerto y en ella acusaba a la entonces presidenta de negociar con Irán el encubrimiento de los supuestos responsables del ataque con el fin de mejorar la relación comercial con ese país.