Al menos siete policías iraquíes han perdido la vida este lunes a manos de hombres armados que han atacado dos comisarías de Policía en la ciudad iraquí de Samarra, en una jornada en la que cinco atentados yihadistas han dejado tras de sí 33 víctimas mortales.

Según las autoridades iraquíes, continúan los enfrentamientos entre los tiradores, que cuentan con chalecos de explosivos, y las fuerzas de seguridad en las dos comisarías de Samarra.

Este mismo lunes en Bagdad, la capital iraquí, al menos 24 personas han muerto y otras 67 han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en una concurrida plaza del barrio bagdadí de Ciudad Sadr, según han informado fuentes policiales y de los servicios médicos.

Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado perpetrado este lunes en Ciudad Sadr, un barrio de mayoría chií. Los milicianos de negro han indicado que el coche bomba iba dirigido contra una reunión de musulmanes chiíes, a los que Estado Islámico considera herejes.

El grupo terrorista ha aumentado sus ataques contra objetivos civiles en la capital de Irak. En total, este lunes han tenido lugar otros cuatro atentados sólo en Bagdad, que han causado la muerte de nueve personas más.

En el oeste de Bagdad, otro coche bomba ha sido detonado cerca de una mezquita chií, lo que provocado la muerte de cinco personas. Pocas horas después ha tenido lugar una explosión en las inmediaciones de un hospital en el centro de la ciudad que ha dejado un muerto y cuatro heridos. En distrito de Zaafranyiya, en el sureste de la ciudad, dos civiles más han perdido la vida y siete han resultado heridos por otro coche bomba. Un artefacto explosivo en un coche ha matado a una persona más en el barrio de Baladiyat.

El sábado, 29 personas perdieron la vida por la explosión de tres bombas. El domingo se produjo un ataque simultáneo en la ciudad de Najaf, en el sur del país, en el que han perdido la vida siete policías. En los últimos tres días, han muerto un total de 60 personas por ataques yihadistas.

El Estado Islámico ha señalado que los ataques que han tenido lugar este lunes han sido por "venganza" por "los constantes y repetidos ataques contra instalaciones sanitarias de la provincia de Nínive". El mensaje de los yihadistas hace referencia a dos ataques aéreos que realizaron las fuerzas estadounidenses el mes pasado contra hospitales en el este de Mosul.

El Gobierno del primer ministro iraquí, Haider al Abadi, lanzó en octubre de 2016 una ofensiva para tratar de recuperar el control de la ciudad de Mosul, situada en el norte de Irak y considerada el principal bastión de la organización yihadista en el país árabe.