Rusia sigue ejerciendo con total consciencia su papel de árbitro supremo en la guerra civil siria, en la que es el principal apoyo del dictador Al Asad. EE UU "deberá responder tarde o temprano" por el daño causado con sus bombardeos a la infraestructura económica del país para debilitar al Gobierno, advirtió ayer un portavoz del ministerio de Defensa ruso.

La fuente respondió así a las acusaciones vertidas por el director de la CIA, John Brennan, quien en una entrevista con una televisión estadounidense acusó a Rusia de emplear "la táctica de tierra quemada" en Siria y de "promover sus intereses allí donde hay un vacío político o conflictos".

"Los intentos de Brennan de cubrirse las espaldas con sus declaraciones no le salvarán. Sabe bien que mucho antes de la operación rusa, la coalición internacional destruía metódicamente toda la infraestructura económica de Siria, pese a todos los daños a la población civil, que originaron la huida de millones de refugiados", denunció.

Únicamente "los yacimientos petrolíferos conquistados por el Estado Islámico se salvaron de forma inexplicable de los bombardeos de EE UU, lo que permitió a los guerrilleros ganar decenas de millones de dólares todos los meses con la venta ilegal del petróleo y reclutar en sus filas a mercenarios de todo el mundo", agregó la fuente. El portavoz recordó al director de la CIA que el actual alto el fuego se ha logrado sin la intervención de Estados Unidos.