Los ministros alemanes de Interior, Thomas de Maizière, y Justicia, Heiko Maas, acordaron ayer un conjunto de medidas antiterroristas que incluye "presionar" con la ayuda al desarrollo y los visados a los países de origen que no acepten a sus nacionales que Alemania quiera deportar. Además acordaron el uso de tobilleras electrónicas para las personas consideradas peligrosas o potenciales terroristas y la prisión preventiva previa a su expulsión para esos casos.