Al menos 22 personas murieron y más de 40 resultaron heridas en un ataque del grupo yihadista Al Shabab sucedido este miércoles y dirigido contra un céntrico y popular hotel de Mogadiscio, donde los terroristas detonaron dos bombas y dispararon contra los huéspedes, en su mayoría políticos somalís, según fuentes hospitalarias.

El ataque, cuya autoría reivindicó la milicia radical somalí, comenzó a primera hora de la mañana local con la detonación de un coche bomba en la puerta del hotel Dayah, lo que facilitó la entrada de cuatro terroristas armados.

Mientras disparaban indiscriminadamente a huéspedes y personal del establecimiento, una segunda bomba explotó en las inmediaciones, lo que causó un elevado número de víctimas, entre ellas varios periodistas que habían acudido a cubrir el suceso.

Las fuerzas de seguridad lograron abatir a los cuatro terroristas, en una operación que costó la vida a tres de los agentes, detalló el nuevo portavoz del Parlamento somalí, Mohamed Osman Jawari.

Fuentes hospitalarias informaron a Efe de que el ataque había dejado veintidós víctimas mortales, número que, advirtieron, puede aumentar en las próximas horas debido a la gravedad de algunos de los heridos que están hospitalizados.

En el momento del ataque, el hotel albergaba una reunión de representantes de la Asamblea Nacional, inmersa en un proceso electoral que debe concluir con la designación del presidente del país, indicaron fuentes gubernamentales.

Durante el asalto, Efe pudo hablar con uno de los parlamentarios que se encontraban en el interior del hotel, quien narró que sus compañeros y el resto de huéspedes estaban tratando de ocultarse para ponerse a salvo de los disparos, que se prolongaron durante horas.

Las fotografías captadas por testigos y difundidas por las redes sociales muestran una gran columna de humo provocada por las dos explosiones y los graves daños sufridos por el edificio.

La Misión de la ONU en Somalia condenó "enérgicamente" el atentado a través de un comunicado en el que advirtió de que "los extremistas violentos nunca triunfarán en Somalia".

Al Shabab, filial de Al Qaeda en Somalia, ha llevado a cabo numerosos atentados en hoteles y restaurantes de la capital frecuentados por representantes del Gobierno en los que han muerto decenas de civiles.

La milicia radical lleva a cabo su amenaza de intensificar los ataques en el país durante el proceso electoral para renovar el Parlamento y designar, a través de sufragio indirecto, al próximo presidente.

La elección del presidente estaba prevista para agosto del pasado año, pero desde entonces se ha aplazado en cinco ocasiones y todavía no tienen una fecha definitiva, debido a supuestos "problemas logísticos".

Según desvelaron diferentes organismos internacionales, las verdaderas razones son las disputas internas entre clanes por las cuotas de poder y, en especial, la corrupción, como denunció la Unión Europea.

Uno de los atentados más graves ocurrió el pasado 11 de diciembre, cuando 32 personas murieron al explotar un coche bomba en el puerto de la capital.

Además, en los últimos meses, los terroristas han optado por una estrategia de confrontación directa y han lanzado varios ataques contra bases militares de la misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), lo que ha causado la muerte de centenares de soldados.

Según un reciente informe de la ONU, Al Shabab sigue teniendo capacidad para efectuar acciones a gran escala tanto dentro como fuera de Somalia y la situación de la seguridad en el país africano "no ha mejorado".

La milicia radical lucha por instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia, donde controla grandes extensiones de territorio en el sur y el centro.