La recuperación de la zona oriental de Mosul ha permitido comprobar que los yihadistas del grupo Estado Islámico han causado serios daños a los restos arqueológicos de la ciudad asiria de Nínive. Las murallas, de doce kilómetros de longitud, y edificaciones como el llamado templo de Jonás, en la fotografía, figuran entre los restos más afectados. Las pequeñas piezas han sido vendidas en el mercado negro. Los arqueólogos celebran la feliz circunstancia de que sólo el 10% del emplazamiento haya sido excavado hasta el presente.