El sospechoso de haber atacado hoy a una patrulla de agentes en el museo parisino del Louvre es un egipcio que entró en Francia con un visado de turista el pasado 26 de enero y compró en París los 2 machetes con los que agredió a los militares, indicó el fiscal de la capital francesa, François Molins.

Su identidad todavía no ha sido formalmente determinada, pero según los primeros elementos de la investigación se trata de un egipcio de 29 años de edad, con permiso de residencia en Emiratos Árabes Unidos, desde donde voló a París.

El fiscal indicó ante la prensa que solicitó allí el visado el pasado 30 de octubre y tenía su vuelo previsto de vuelta el próximo 5 de febrero.

El ataque de hoy, de carácter terrorista, según el Gobierno francés, contra un grupo de militares que patrullaban en el acceso al museo del Louvre, ha vuelto a incrementar la sensación de miedo en Francia, blanco de varios graves atentados yihadistas desde enero de 2015.

El presidente de Francia, François Hollande, aseguró hoy que el ataque tiene "sin duda" un carácter terrorista, y refleja que "la amenaza sigue ahí y se le debe hacer frente".

"Esta es la razón por la que hemos movilizado tantos medios y seguiremos haciéndolo", indicó Hollande durante su participación en la cumbre europea de Malta, donde elogió "la valentía y determinación" de los militares que actuaron hoy y "la eficacia" de la misión antiterrorista Sentinelle del Ejército francés.

Los compañeros del agente agredido fueron los que frenaron al agresor con cinco disparos, uno de los cuales le dio en el vientre y le dejó herido de gravedad.

"Fueron instantes de verdadero miedo, todos teníamos en la memoria momentos terribles", contó a Efe Chantelle, trabajadora francesa de uno de los comercios de las galerías, en referencia a los atentados del 13 de noviembre de 2015 en el que 130 personas perdieron la vida en París.

La evacuación se efectuó después de forma progresiva y en pequeños grupos.Cargos de "tentativa agravada de asesinatos"

La Fiscalía antiterrorista de París abrió hoy una investigación por los cargos de "tentativas agravadas de asesinatos en relación con el terrorismo y asociación terrorista criminal", y encomendó las pesquisas a la Brigada criminal de la Policía Judicial de París (SAT) y la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI).

Los ministros franceses del Interior y de Defensa, Bruno le Roux y Jean-Yves le Drian, respectivamente, admitieron que los uniformados son en estos momentos un objetivo terrorista, e hicieron un llamamiento para extremar las precauciones.

Las fuerzas de seguridad "deben mostrarse muy vigilantes porque para un terrorista el uniforme implica una posibilidad de ataque", dijo Le Roux, que manifestó que ha recordado a los prefectos (delegados de gobierno) que se debe "adaptar el dispositivo a la amenaza, para que siga siendo el más eficaz".

El soldado agredido pertenecía al Primer Regimiento de Paracaidistas destacado en París dentro del despliegue de seguridad reforzada decidido tras los atentados en la capital francesa en los últimos años.

Ver Galería

GMv2_fin|pTipoComp=fotos&pIdGaleria=589466796abc86478013c1ba|GMv2_fin

El Louvre, sitiado por la Policía.

Ingresado en el hospital militar de Percy, en la localidad de Clamart, se espera que esta misma noche pueda volver de nuevo con su pelotón.

El Louvre, que fue cerrado tras el ataque, no abrirá hasta mañana, según confirmó la ministra francesa de Cultura, Audrey Azoulay.

El último atentado en territorio de Francia sucedió el 26 de julio de 2016, cuando unos yihadistas mataron a un párroco en la iglesia de Saint Étienne du Rouvray (Normandía).

Desde enero de 2015, la oleada de ataques yihadistas se ha cobrado 238 víctimas mortales.

Pero este último incidente junto al Louvre, según el testimonio de algunos turistas, no ha parecido mermar las ganas de visitar la ciudad.

"Ahora nos vamos a comer, y mañana mismo volvemos a ver lo que nos queda de museo", dijo a EFE Aikida, una turista china, mientras sus hijos saludaban haciendo la señal de victoria a las cámaras de televisión.