Este miércoles 15 de marzo los Países Bajos celebran elecciones legislativas. Unos comicios que se perfilan como determinantes en toda Europa para comprobar si el populismo es un fenómeno que se quedó atrás con el cambio de año o sus ideas siguen en expansión.

El candidato de ultraderecha Geert Wilders, que según los sondeos tiene muchas posibilidades de ser el líder más votado este miércoles, viene a ser lo que Nigel Farage representó para el ´Brexit´ y Donald Trump para las elecciones en Estados Unidos. Aunque, si cabe, los rasgos xenófobos y antieuropeistas están en él aumentados hasta niveles caricaturescos.

Con Wilders, son muchos los analistas que se atreven a aventurar que el futuro de la Unión Europea corre peligro. Si se hace con el poder, Holanda, uno de los seis países fundadores de la alianza, iniciaría los trámites de salida. El proceso ya ha sido bautizado como 'Nexit'.

De llevarse a cabo, sería todo un espaldarazo para la francesa Marine Le Pen, otra política de talante ultraconservador que apuesta igualmente por la salida de su país de la UE. Y eso sí que sería realmente comprometedor para Europa.

Configuración del Parlamento holandés

El Parlamento neerlandés tiene 150 escaños y para lograr gobernar en solitario harían falta 76 de ellos. Nunca se ha conseguido alcanzar esta cifra, de momento, y este año salvo milagro va a suceder más de lo mismo. Los 28 partidos que pugnan por los votos del electorado, constituido por 12,9 millones de personas, van a tener que llegar a acuerdos.

Esta fragmentación en el número de propuestas políticas, dirigidas a unos electores con preocupaciones cada vez más concretas, se ha ido acrecentando con los años hasta llegar al punto actual, con el mayor número de partidos tras la II Guerra Mundial.

En los Países Bajos, los diputados son elegidos por representación proporcional de un distrito que tiene peso a nivel nacional, así que con 60.000 votos (un 0,67% del censo) los partidos se aseguran un escaño. De este modo, hasta 14 formaciones aspiran a obtener al menos un representante. Ocho de ellas lograrían 10 o más representantes. Wilders se prevé que consiga alrededor de 30.

Los escaños

¿Puede Gert Wilders hacerse con el poder en Holanda? Es improbable. Los gobiernos holandeses llevan más de un siglo conformándose en coalición, y en esta tesitura, Wilders lo tendría crudo. Todos los partidos han mostrado ya su rechazo ante unos hipotéticos acuerdos con el PVV.

Este acuerdo será, previsiblemente, el que cierre el VVD de Mark Rutte con sus actuales socios, el Partido del Trabajo (PdvA), Demócratas 66 (D66) y Llamada Democristiana (CDA). Rutte aspira a obtener entre 23 y 27 escaños. D66 y CDA deberían sacar entre 10 y 20 representantes.

En estas cifras se prevé que anden también el Partido Socialista (SP) e Izquierda Verde (GL), que podrían hasta cuadruplicar sus escaños respecto a 2012. El resto de partidos, hasta completar los 14 que se cree que tendrán escaño -es decir, otros siete grupos- tendrían menos de 10 escaños.

Y llama la atención el partido de los No Votantes, que busca atraer al 25% de los electores holandeses que se piensan abstener, y que promete que sus representantes no acordarán nada en el Parlamento.

El pacto que saldrá triunfador

El Partido Socialista se ha negado tajantemente a acordar nada con Rutte. Y ningún partido importante pactará con Wilders.

Con este panorama, todo apunta a que el pacto que logrará formar Gobierno será el que elabore el VVD de Rutte con el PdvA, el D66, el CDA y un quinto partido de entre los pequeños. Tiene muchos boletos la Izquierda Verde, que podría jugar un papel determinante.

Las opciones de Wilders están básicamente en dos partidos pequeños, Unión Cristiana y 50Plus, este último un partido más centrado en los derechos de los ancianos que se ha quedado con bastantes votos del PVV. Pero su apoyo no sería suficiente para recabar los 76 escaños necesarios.

De hecho, cada vez son más las voces que dudan de que Wilders busque realmente convertirse en primer ministro de Holanda. Su interés sería dar un apoyo táctico al futuro Ejecutivo, como ya hizo entre 2010 y 2012, bloqueando múltiples proyectos de ley.