EE UU obligará desde el próximo sábado a facturar aparatos electrónicos de mayor tamaño que un teléfono móvil a los pasajeros de vuelos sin escalas procedentes de ocho países islámicos de Oriente Medio y África: Jordania, Kuwait, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Marruecos, Catar y Emiratos Árabes Unidos.

La medida, ordenada por el departamento de Seguridad Nacional, que dirige el general retirado de cuatro estrellas John Kelly, no se basa en ninguna alerta inminente de atentado, sino en informaciones que indican que los terroristas buscan "métodos innovadores", incluyendo la introducción de artefactos explosivos en dispositivos móviles de gran tamaño como ordenadores personales, tabletas, reproductores de DVD, consolas de videojuegos o cámaras.

La prohibición afectará a unos 50 vuelos diarios, desde diez aeropuertos internacionales, operados por nueve compañías: Royal Jordanian, EgyptAir, Turkish Airlines, Saudi Arabian Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Moroc, Qatar Airways, Emirates y Etihad Airways. Reino Unido adoptó ayer mismo una medida similar que afecta a Turquía, Líbano, Jordania, Túnez y Arabia Saudí. Sólo Turquía, Jordania y Arabia figuran también en la lista de EE UU.

Dado que tanto esta nueva medida como el llamado "veto migratorio", suspendido por la justicia, tienen como objetivo la preservación de la seguridad, se ha considerado sorprendente la disparidad de las listas de países afectados. Así, el veto migratorio se dirige contra Irán, Libia, Siria, Sudán, Somalia y Yemen, países desde los que nunca se ha atentado en EE UU, a diferencia de la lista hecha pública ayer, que sí incluye viveros terroristas claros. Esta disparidad refuerza las críticas que acusan al "veto islámico" de ser una medida islamófoba, hasta el punto de que, en su primera redacción, eximía a los ciudadanos de religiones minoritarias de esos países musulmanes.

Mientras, varios medios informaron de que Ivanka Trump, la hija mayor del presidente estadounidense, dispondrá de un despacho en el Ala Oeste de la Casa Blanca y de acceso a información confidencial. La hija de Trump no tiene ningún cargo determinado.