La jefa del Gobierno británica, Theresa May, ha recibido el primer revés en la negociación del "Brexit" antes de que las conversaciones den comienzo formalmente. Su Gobierno fue acusado ayer por diputados de todos los partidos de haber cometido "un grave error estratégico" al no haber hecho mención ninguna a Gibraltar en la carta con la que el martes puso en marcha el proceso de "divorcio" con Bruselas.

En su borrador de directrices para la negociación de la salida británica del bloque comunitario, la UE dejó claro el viernes que después de consumarse el "Brexit", ningún acuerdo entre Londres y los Veintisiete podrá ser aplicado en el Peñón si España se opone.

Eso significa que Madrid y Londres tendrán que alcanzar un pacto bilateral previo sobre Gibraltar para que la futura relación entre el Reino Unido y la UE se aplique en el Peñón.

"Con la ausencia de un claro compromiso para defender los intereses de Gibraltar, la puerta queda abierta para que la UE lo presente como un territorio disputado, sin una voz independiente en unas negociaciones que tendrán profundas consecuencias para su futuro y para su prosperidad", advirtió el presidente de la comisión sobre la UE de la Cámara de los Lores, Timothy Boswell.

El Gobierno británico insiste en que, aunque May no cita a Gibraltar en su carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sí lo hizo ante la Cámara de los Comunes, cuando reiteró que el Reino Unido es "absolutamente firme en su apoyo a Gibraltar, su pueblo y su economía".

El ministro de Exteriores, Boris Johnson, intentó arreglar las cosas el viernes por la noche en una conversación con el ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, a quien aseguró que Londres "permanece implacable y firme como una roca en su apoyo a Gibraltar".

Pero eso no rebajó el malestar de Picardo, que acusó al Ejecutivo de Mariano Rajoy de intentar "manipular" al Consejo Europeo. En la práctica, las directrices de negociación hechas públicas el viernes por la UE otorgan a España capacidad para vetar la aplicación en Gibraltar del futuro acuerdo del bloque con Londres. Y eso supone que Bruselas abandona su posición neutral sobre el territorio y toma partido por España.

En Irlanda, el Sinn Féin acusó al Gobierno de Dublín de quedarse "dormido" por la ausencia de referencias claras sobre el futuro del Ulster tras el "Brexit". Sin embargo, destacó que España ha logrado garantizarse capacidad de veto en borrador de directrices para la negociación de la salida de Reino Unido de la UE.