Francia celebró el martes por la noche un debate televisivo entre los once candidatos presidenciales. El debate, que superó las tres horas y media de duración, tuvo momentos animados pero fue víctima de la obligación de esquematizar a la que, por su gran número, se vieron obligados los participantes. La principal consecuencia es que, según la prensa gala, no ha logrado despejar las dudas del 34% del electorado que todavía no ha decidido su voto y, en muchos casos, ni siquiera si va a ir a votar el próximo 23 de abril, fecha de la primera vuelta.

Según un sondeo difundido tras el debate, el candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon (25%), resultó el más convincente, seguido del favorito de las encuestas, el socioliberal Emmanuel Macron (21%), el derechista Fillon (15%) y la ultra Le Pen (11%).