El Gobierno alemán apeló ayer a la responsabilidad del presidente Erdogan, tras el triunfo ajustado del "sí" en el referéndum a favor de la introducción de un régimen hiperpresidencialista en Turquía, que ha dividido al país.

"El ajustado resultado de la votación demuestra cuán profundamente dividida está la sociedad turca. Eso supone una gran responsabilidad para la jefatura del Estado turco y para el presidente Erdogan personalmente", dijo el Ejecutivo en un comunicado.

El presidente francés, François Hollande, recordó a Erdogan que su intento de restaurar la pena de muerte supondrá "una ruptura con los valores y los compromisos" de su Gobierno con Europa, de la que le aleja. De hecho, Austria instó a las UE a poner fin a las negociaciones para el ingreso de Turquía en el bloque.