El Gobierno de Turquía ha anunciado este lunes la detención de 1.136 personas por su supuesta pertenencia a grupos terroristas en operaciones llevadas a cabo durante la última semana en el país, según ha informado el diario local 'Daily Sabah'.

El Ministerio del Interior ha detallado en un comunicado que los detenidos son 214 presuntos miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), 31 del grupo yihadista Estado Islámico y 891 con lazos con la FETO -siglas de la Organización Terrorista Fetulenista, en la que las autoridades engloban a todos aquellos que sigan a Fetulá Gulen-.

Turquía ha intensificado sus operaciones contra la guerrilla tanto en el país como en el norte de Irak desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el PKK en julio de 2015.

A partir de entonces se han reanudado los enfrentamientos, combates y ataques, en una región ya marcada por la violencia de la guerra de Siria y las acciones del grupo terrorista Estado Islámico en este país y en Irak.

La ruptura del alto el fuego tuvo lugar poco después de que Gobierno y guerrilla firmaran los conocidos como acuerdos de Dohmalbace para avanzar en las conversaciones de paz y tras la histórica entrada en el Parlamento del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP).

En el caso de Estado Islámico, las autoridades turcas han incrementado sus operaciones después de los últimos atentados de los yihadistas en el país, así como contra sus posiciones en Siria para intentar asegurar la frontera.

Las fuerzas de seguridad han detenido y cesado a miles de personas por sus presuntos lazos con la FETO, después de que Ankara acusara a Gulen de estar detrás de la intentona golpista de julio de 2016.

Gulen siempre ha negado cualquier vinculación con el golpe de Estado y ha reclamado al Gobierno de Ankara que permita una investigación internacional sobre lo sucedido.

Gulen y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, eran aliados políticos hasta que supuestos simpatizantes del clérigo en la Policía y la Fiscalía abrieron una investigación contra varios ministros por corrupción en 2013.

Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes.