La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró ayer su alegría por la victoria de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales francesas y expresó su confianza en que trabajarán juntos para dar a la UE "un futuro seguro y de éxito". Merkel avanzó que no ve motivos para acceder a la solicitud de su ministro de Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, de modificar el Pacto Europeo de Estabilidad.

Gabriel defendió que Berlín apoye a Macron y acabe con la política de "ortodoxia fiscal" y de "señalar con el dedo", a la vez que pone en marcha un plan bilateral de inversiones. La canciller aseguró que Alemania siempre intenta ayudar, pero dejó claro que su apoyo no puede sustituir a las reformas liberales y recordó que "Francia debe tomar sus decisiones". Además, Merkel resaltó que no ha oído "ninguna crítica" de Macron al Pacto de Estabilidad.

La líder democristiana insistió en que "lo que necesita Francia son resultados", para añadir que éstos se evaluarán a lo largo de la legislatura y subrayar que hay que esperar a que el nuevo presidente, que visitará "muy pronto" Berlín, presente su programa de reformas. Entonces, dijo, se podrá hablar de cómo apoyarlas. La canciller se despidió ayer del presidente Hollande, quien acudió a visitarla a Berlín, donde cenaron juntos.

Desde la sede de las instituciones comunitarias en Bruselas también llegaron señales de alegría en una jornada en la que Macron recibió la felicitación de numerosos líderes de todo el mundo, incluidos los presidentes de EE UU, China y Rusia, así como la primera ministra británica, Theresa May. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker afirmó que el Gobierno francés "gasta demasiado" y de forma equivocada, pero pidió tiempo para que Macron pueda lanzar sus reformas.

Los mercados de divisas también dieron una buena acogida a Macron. El euro se disparó en las primeras horas hasta 1,1022 dólares, su cotización del 9 de noviembre, hace seis meses. No obstante, luego fue bajando y a media tarde valía 1,0928 dólares, por debajo de su cierre del viernes. El BCE fijó el tipo de cambio de referencia en 1,0938.