El nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, presidió ayer la primera reunión de su Consejo de Ministros, que encabeza el conservador Edouard Philippe, para marcar las tres prioridades de su mandato: la aprobación "rápida" de una reforma laboral, el medio ambiente y la "reforma" en profundidad de Europa.

Tras la reunión del gabinete, el portavoz del Ejecutivo, Christophe Castaner, informó de que Macron había demandado de sus ministros ser "eficientes y obtener resultados".

"El proyecto tiene que ser el más europeo y eso nos obliga a conducir reformas eficientes, aunque a veces sean difíciles, y nos exige obtener resultados", explicó el portavoz. Así, avanzó que el Presidente pretende lanzar "muy rápidamente" una reforma laboral que permita a las empresas ampliar la jornada más allá de las 35 horas.

En su etapa como ministro de François Hollande, Macron quiso que la reforma laboral aprobada entonces fijara la jornada en 37 horas, pero el mandatario socialista no se lo permitió para que la legislación no encontrara aún más resistencia entre trabajadores y sindicatos.

Entre tanto, un sondeo divulgado ayer otorga a la República en Marcha (REM), el partido de Macron, un 32% de los votos en la primera vuelta de las legislativas de junio, tres puntos más que hace una semana. La encuesta, del instituto Harris Interactive, atribuye a Los Republicanos y al ultraderechista FN el mismo porcentaje, un 19%, un punto menos.

Otro sondeo, elaborado por Elabe y publicado por "Les Echos" y Radio Classique, concede a Macron y a Philippe, en sus estrenos como presidente y primer ministro, los índices de popularidad más bajos en veinte años: 45% y 36%, respectivamente. Hollande, que terminó su mandato con un 26%, se estrenó en el cargo con un 58% y Nicolas Sarkozy con un 59%.