El presidente francés, Emmanuel Macron, dispone hoy de su primera oportunidad para rematar la faena que le aupó al Elíseo en las presidenciales de abril-mayo, al imponerse a todos los candidatos con un proyecto político que tenía apenas un año de vida. Y a tenor de los últimos sondeos, esa oportunidad se le presenta de cara, pues su República en Marcha (REM) tiene muchas opciones de hacerse con una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que garantice al Presidente la aprobación del cúmulo de reformas que quiere aplicar.

Macron y su partido llegan a esta primera vuelta de las legislativas empujados por vientos de cambio; cambios que han pulverizado el régimen bipartidista francés y conducido a la catástrofe al Partido Socialista (PS) de su predecesor en el cargo, François Hollande, al que las encuestas auguran el porcentaje de voto más bajo, un 8%, con una horquilla de 22-32 asientos. El hecho de que el PS y sus aliados acumulen en la Cámara baja saliente 284 actas da una idea del naufragio que ha sufrido el partido.

Menos depauperados aparecen Los Republicanos de François Fillon, a los que el último estudio demoscópico sitúa como segunda fuerza en escaños. En concreto, un sondeo de Ipsos de este viernes les concede el 22% de los sufragios y entre 95 y 115 escaños. Tercera fuerza sería el ultraderechista Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen, con el 17% y entre 5 y 15 asientos, seguido de la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélénchon (11% y 11-21) y el PS. Según estos vaticinios, el FN y el partido de Mélénchon podrían no alcanzar la cifra de 25 parlamentarios exigida para formar grupo propio.

La cabeza del sondeo la ocupa la República en Marcha de Macron, con un 31% de los sufragios y entre 397 y 427 escaños, sobre un total de 577 que tiene la Asamblea Nacional. Es decir, que a tenor de esta encuesta, y en el peor de los casos, el partido del presidente francés superaría en 108 diputados la mayoría absoluta, que está fijada en 289. Lo que no sólo le evitaría la cohabitación, sino que lo convertiría en monarca absoluto.

Para elegir a esos 577 diputados hay inscritos 47,5 millones de franceses que tendrán a su disposición 67.000 colegios electorales, con 50.000 policías y gendarmes, a los que se suman militares de la operación antiterrorista "Centinela", para garantizar la seguridad durante los comicios.

Con todo, el sistema a dos vueltas que funciona en Francia obligará a esperar al 18 de junio para conocer la composición completa de la Asamblea.

A diferencia de lo que sucede en las presidenciales, en las que únicamente los dos candidatos más votados pasan a la segunda ronda, en las legislativas el sistema es más complicado: si ninguno de los candidatos que se presenta por una circunscripción supera el 50% de los sufragios en la primera ronda, en la segunda se enfrentan todos los que hayan conseguido más del 12,5% de los votos de los inscritos.