El presunto terrorista abatido en la noche del martes por militares en la estación Central de Bruselas es Oussama Zariouh, un marroquí de 36 años, que actuó solo y detonó una única maleta cargada con clavos y botellas de gas, según informó ayer la Fiscalía federal belga.

El hombre entró en la estación y cruzó el vestíbulo principal para dirigirse hacia un grupo de personas. Con su maleta en la mano provocó una primera explosión, que no causó daños personales pero sí un pequeño incendio. El atacante dejó la maleta en llamas y bajó las escaleras hacia los andenes persiguiendo a un responsable de la estación. En su ausencia, la maleta explotó una segunda vez de forma más violenta, de nuevo sin causar heridos. Después, el atacante se precipitó hacia un militar que patrullaba la zona gritando "Allahu akbar" (Alá es grande), a lo que el soldado contestó abriendo fuego con su arma.

Oussama Zariouh vivía en Molenbeek, el barrio del que salieron los autores de otros atentados terroristas. Según algunos medios belgas, tenía antecedentes por delitos sexuales y tráfico de drogas. Además, "algunos indicios parecen demostrar que tenía simpatía por la organización terrorista Estado Islámico", según la Fiscalía federal belga.