El Parlamento de Turquía aprobó ayer una prórroga de tres meses del estado de emergencia vigente en el país desde el fallido golpe de Estado, perpetrado hace justo un año. Es la cuarta vez que el hemiciclo vota extender esta medida, cuyo objetivo es la persecución de funcionarios simpatizantes de los golpistas.

El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, ya advirtió la semana pasada que el estado de emergencia no se levantará "hasta que termine la limpieza" de elementos golpistas en la administración pública. Su viceprimer ministro, Nurettin Çanikli, confirmó que ya han sido destituidos 11.240 empleados públicos hasta la fecha.

Erdogan agregó que esta medida también sirve al Gobierno para luchar contra la guerrilla kurda. Ayer, al menos 17 soldados turcos resultaron heridos tras la explosión de una bomba colocada por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).