El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer un proyecto de ley sobre la inmigración que espera sea adoptado en el primer semestre de 2018 y que debería servir para acelerar las expulsiones de personas en situación irregular. Macron, que defendió el modelo alemán, insistió en la actual "ineficacia" en la expulsión de los "sin papeles". Según cifras oficiales publicadas ayer por "Le Figaro", de las 91.000 personas detenidas el pasado año en Francia por no tener los papeles en regla, hubo 24.707 expulsiones efectivas, de las cuales 11.746 se formalizaron de forma voluntaria o con ayudas al retorno.