El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dio ayer un varapalo a Hungría y Eslovaquia al rechazar los recursos que ambos habían presentado contra la decisión del Consejo de la UE (Consejo de Ministros) de reubicar en dos años a 120.000 solicitantes de asilo desde Grecia e Italia hacia otros Estados miembros.

La Comisión Europea ya había iniciado un procedimiento de infracción contra Hungría, Chequia y Polonia por no aceptar a refugiados dentro de los planes europeos de reubicación. Hasta el presente la UE sólo ha reubicado a 27.695 de esos solicitantes de asilo (19.244 desde Grecia y 8.451 desde Italia) y el plazo para cumplir con el reparto expira el próximo día 26.

Eslovaquia y Hungría, al igual que Chequia y Rumanía, votaron en el Consejo de la UE en contra de la adopción de las cuotas, razón por la que los dos primeros países solicitaron, acto seguido, al Tribunal de Justicia su anulación. Durante el proceso ante el Tribunal, Polonia intervino en apoyo de Eslovaquia y Hungría, mientras que Bélgica, Alemania, Grecia, Francia, Italia, Luxemburgo, Suecia y la Comisión Europea respaldaron al Consejo.

Tras conocer el fallo del tribunal comunitario, el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijártó, lo calificó de "indignante" e "irresponsable" y se reafirmó en que su país "no está dispuesto a aceptar ni a un solo inmigrante". Para el jefe de la diplomacia húngara, cuyo país debía reubicar a 1.294 personas, la decisión del alto tribunal "no conlleva ninguna obligación de ejecución" pero "pone en peligro la seguridad y el futuro de Europa".

El Gobierno húngaro ha tenido varios conflictos y roces con Bruselas por su dura política migratoria, ha elevado vallas en sus fronteras del sur para detener a los refugiados y aplica una legislación draconiana que prevé hasta cinco años de cárcel por el cruce ilegal de sus fronteras.

En cuanto a Eslovaquia, que debía acoger a 802 solicitantes de asilo, su primer ministro, el socialdemócrata Robert Fico, anunció que "respeta plenamente" el veredicto, pero añadió que eso no cambiará su política migratoria. Fico destacó que tras el veredicto de la corte de Luxemburgo "no existe ninguna amenaza de sanción" contra su país.

A comienzos de 2016, Eslovaquia se retiró unilateralmente del sistema de cuotas, en respuesta a los incidentes de Colonia (Alemania) en la Nochevieja de 2015, cuando numerosas mujeres fueron agredidas por supuestos refugiados e inmigrantes de Oriente Medio.

Desde la vecina Chequia, su presidente, Milos Zeman, manifestó que preferiría que su país perdiera fondos de la UE a tener que acoger a refugiados. "La Unión Europea nos quiere obligar, bajo la amenaza de quitarnos las subvenciones, a aceptar varios miles de inmigrantes musulmanes", denunció Zeman, quien insistió, categórico: "No debemos dejarnos amenazar".