El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) ha perdido unos 17.000 kilómetros cuadrados en el este de Siria frente al ejército nacional y sus aliados desde mediados de julio pasado, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que situó las pérdidas en las provincias de Al Raqa, Homs, Hama y Deir al Zur, y explicó que ese retroceso equivale al 9% del territorio nacional sirio.

Las fuerzas regulares sirias está respaldadas en esta ofensiva por milicianos libaneses, palestinos, iraníes, afganos e iraquíes, así como por tropas rusas, que han obligado a los extremistas a replegarse.

Las hostilidades han causado en ambos bandos un elevado número de bajas, que se estima en 1.248 efectivos. En las filas del ISIS, al menos 812 combatientes han perdido la vida, tanto sirios como extranjeros, y entre ellos hay 92 suicidas que perpetraron atentados con coches bomba y cinturones de explosivos.