Las autoridades iraníes han confirmado este domingo la muerte de 25 personas durante los recientes disturbios y protestas que han sacudido las principales ciudades de Irán y han informado de que 440 "alborotadores" han sido ya excarcelados en Teherán, con lo que solo 55 personas siguen en prisión por estos incidentes en la capital.

Un portavoz de la Judicatura, Gholamhosein Mohseni Ejehi, ha informado del nuevo balance y ha subrayado que ninguna de estas muertes se debe a la intervención de las fuerzas de seguridad. Anteriormente, el balance oficial de muertos por los disturbios ocurridos entre el 28 de diciembre y el 1 de enero era de 21.

"Hasta 25 ciudadanos corrientes y de nuestras propias fuerzas murieron durante los últimos incidentes", ha apuntado Ejehi, citado por la agencia de noticias Mizanonline. "Ninguno murió por disparos de las fuerzas de seguridad porque se les había ordenado no usar sus armas", ha argumentado.

El fiscal de Teherán, Abbas Yafari Dolatabadi, ha confirmado por su parte la excarcelación de 440 personas detenidas durante las movilizaciones, en las que participaron unas 42.000 personas según cifras oficiales. Algunas fuentes apuntan a que hubo unos 3.700 detenidos en todos el país.

Las protestas comenzaron por la mala situación económica del país, a pesar de la prometida mejora con el acuerdo nuclear firmado en 2015 con las potencias mundiales, pero rápidamente adquirieron un matiz político.

Una semana después del inicio de las revueltas antigubernamentales, las autoridades desplegaron a la Guardia Revolucionaria -responsable de más de 50 muertos durante la crisis de 2009- en tres provincias y desde entonces la contestación social se ha reducido.

Al mismo tiempo, manifestantes progubernamentales se han concentrado en varias ciudades estos días para amortiguar el impacto mediático de las protestas opositoras y el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, ha culpado de los disturbios a los "enemigos" de la República Islámica.