El Bundestag ha prorrogado este jueves tras un acalorado debate hasta finales de julio el proyecto de ley que impide a los refugiados con permiso de permanencia temporal traer a Alemania a sus familiares.

Con 376 votos a favor, 298 en contra y cuatro abstenciones, los diputados germanos han dado luz verde a una directriz que de forma previa había sido acordada por el bloque conservador que dirige la canciller Angela Merkel y el Partido Socialdemócrata, los dos partidos que integran el actual Ejecutivo en funciones y que aspiran a reeditar su acuerdo de Gobierno de coalición para los próximos cuatro años.

"Nuestro compromiso aboga por la humanidad y la responsabilidad, por la integración y la limitación, por la generosidad y el realismo", ha sostenido el ministro del Interior, el conservador Thomas de Maizière, en el Bundestag.

La prolongación de esta medida restrictiva que rige en Alemania desde marzo de 2016 fue fuertemente criticada por partidos de la oposición como Los Verdes y los postcomunistas de La Izquierda, así como por numerosas organizaciones pro Derechos Humanos y ONG que ayudan a solicitantes de asilo en el país. "Esta ley es arbitraria, moralmente dudosa e inhumana", ha denunciado el líder parlamentario de La Izquierda, Dietmar Bartsch.

Desde la formación ultraderechista y de tintes xenófobos Alternativa para Alemania (AfD), la tercera fuerza política en el país, se han posicionado en contra del derecho a la reagrupación familiar para los refugiados y han señalado que ésta tendría que producirse, por ejemplo, en zonas protegidas de Siria y no en territorio alemán.

Los refugiados sirios, los más afectados

En concreto, la normativa suspende el derecho de reagrupación familiar de los refugiados con permiso de residencia temporal en Alemania. Los más afectados son ciudadanos procedentes de Siria a quienes se les ha otorgado asilo temporal en la potencia europea dado que en su país hay guerra.

Hasta ahora, muchos en Alemania confiaban en que la extensión de la norma no saliese adelante y los refugiados gozasen de un plazo de cuatro meses para solicitar permisos para reunirse con sus parientes, pues el próximo 1 de agosto entra en vigor una nueva normativa de reagrupación familiar.

A comienzos de esta semana, en plenas negociaciones para formar Gobierno en Alemania y tras muchos tiras y aflojas, los cristianodemócratas de Merkel, su partido hermano bávaro (CSU) y el SPD que lidera Martin Schulz lograron un acuerdo en torno a la reagrupación de familiares de refugiados.

Las tres formaciones se comprometieron a limitar a partir del 1 de agosto la llegada a un máximo de 1.000 familiares de refugiados por mes.

"Muchos idealistas consideran esta normativa muy restrictiva pero la solución que hemos encontrado es razonable. El contingente previsto de 1.000 personas al mes limita la reagrupación familiar pero los casos más extremos van a seguir teniéndose en cuenta", ha apuntado este jueves en el Parlamento De Maizière en relación con la futura norma.

Los tres partidos negocian desde la semana pasada las bases de una nueva coalición de Gobierno, siguiendo la misma constelación que dirigió el país en los últimos cuatro años.