La destitución del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, y su sustitución por el director de la CIA, el "halcón" Mike Pompeo, revela que el presidente Trump "quiere romper el acuerdo nuclear" con Irán, denunció ayer el viceministro de Exteriores iraní, Abas Araghchi.

El acuerdo fue concluido en julio de 2015 entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, EE UU, Francia, Gran Bretaña y Rusia) más Alemania. El texto estipula un estricto control de las actividades nucleares de Teherán para garantizar su naturaleza pacífica a cambio de la suspensión parcial de las sanciones.

"Si EE UU deja el acuerdo nuclear, nosotros también lo abandonaremos. Ya dijimos a los europeos que si no podían hacer que EE UU siga dentro, Irán también saldrá", añadió Araghchi. Estas declaraciones contrastan con las de otros responsables iraníes, en particular el presidente, Hasan Rohani, quien ha asegurado que Irán seguirá aplicando el acuerdo, si es beneficioso para su país, aunque EE UU se marche. La Agencia Atómica considera que hasta el momento Teherán ha cumplido escrupulosamente las obligaciones pactadas, aunque persiste la inquietud acerca del programa de misiles iraní, que no fue objeto de regulación en el acuerdo de 2015.

En lo que hace a Corea, el otro punto caliente de la política exterior estadounidense, una delegación del Parlamento Europeo indicó ayer que desde hace tres años lleva a cabo negociaciones secretas con Corea del Norte para intentar poner fin al programa nuclear norcoreano.

"Nos reunimos en secreto con altos responsables norcoreanos en catorce ocasiones. Comprendimos sus inquietudes y ellos comprenden las nuestras", afirmó el eurodiputado conservador británico, Nirj Deva. EE UU y Corea mantendrán a fines de mayo una cumbre presidencial sobre el programa atómico norcoreano.