El "número dos" del régimen cubano, Miguel Díaz-Canel, es el mejor posicionado para suceder a Raúl Castro y asumir el mando en la isla caribeña. Lo es al menos desde 2013, cuando el octogenario Raúl, su mentor, le dio marchamo de delfín: "No es un nuevo rico ni un candidato improvisado". Ahora el relevo tiene fecha: será, si nada trastoca el guión, el próximo 19 de abril, jueves, aunque el hermano pequeño de Fidel seguirá al frente del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas hasta 2021.

Con todo y con eso, la fecha hará historia, porque por primera vez un hombre sin el apellido Castro llevará las riendas del castrismo. Y, además, nacido después del triunfo de la revolución (1959).

Esta divisoria temporal ya fue muy reseñada en 2013, cuando Díaz-Canel -paciente, concienzudo y discreto- se convirtió en el segundo hombre más importante del régimen al acceder a la Vicepresidencia primera de los consejos de Estado y de Ministros. Antes, en 1997, había sido el miembro más joven del Buró Político.

Raúl Castro viene preparando a su delfín desde 2013, cuando comenzó su segundo mandato. También el último, tras la limitación que él mismo se autoimpuso. Y a tono con su deseo de "rejuvenecer" el régimen, ha optado por Díaz-Canel, amante de los "Beatles" y el baloncesto, en detrimento de dirigentes que, como Carlos Lage o Pérez Roque, eran firmes aspirantes al mando pero olían más a "verde oliva" y al chándal de Fidel.

Nacido en 1960 en la finca familiar de Placetas, en la provincia de Villa Clara, ingeniero electrónico de formación, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez es bisnieto del castropolense Ramón Díaz-Canel, que emigró a Cuba a mediados del siglo XIX.

En La Habana, los Díaz-Canel regentaron durante décadas la fábrica de muebles La Perla, donde compraban las familias pudientes, y fundaron la Casa de Castropol. Su bisnieto gobernará dentro de unos días la isla.