El Consejo de Seguridad de la ONU desplegó ayer una frenética actividad para pactar una resolución que permita investigar sobre el terreno el uso de armas químicas en Siria y evite un ataque, considerado inminente, de EE UU y sus aliados. La operación bélica sería la represalia occidental a la supuesta agresión con armas químicas perpetrada el pasado sábado por el régimen de Damasco contra la localidad de Duma, la única aún en poder de los rebeldes en el enclave de Guta Oriental, en las inmediaciones de Damasco. El ataque habría causado 60 civiles muertos, según diversas fuentes.

Tras una jornada en la que los máximos mandatarios de EE UU, Reino Unido y Francia se mostraron de acuerdo en la necesidad de "responder" al ataque del régimen de Asad, fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien introdujo un compás de espera, mientras la ONU comenzaba el debate de dos resoluciones de signo contrario -de EE UU y de Rusia- para una eventual investigación sobre el terreno de la autoría del ataque. La primera debatida fue la de EE UU y no prosperó, debido al veto ruso, lo que anoche hacía presagiar un veto de réplica estadounidense a la rusa.

En una rueda de prensa conjunta en París con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, Macron aseguró que "en los próximos días" se anunciará cuál es la respuesta al presunto ataque químico. Macron precisó que, en caso de bombardeos, se atacarán las "capacidades químicas" del régimen sirio y no de sus "aliados" ruso e iraní. El presidente francés intentó así tranquilizar a quienes temen que un ataque sobre territorio sirio acabe afectando a soldados rusos y deteriorando aún más la ya delicada relación con el Moscú.

La sensación de inminencia de un ataque creció a lo largo del día al informar el presidente de EE UU, Donald Trump, de la anulación del viaje que pensaba hacer este fin de semana a Lima para participar en la Cumbre de las Américas. El viaje, que también incluía una escala en Bogotá, era el primero de Trump a América Latina desde su llegada a la Casa Blanca. Pocas horas después, el secretario de Defensa, general James Mattis, también anunció la anulación de un viaje a Nevada.

Mientras, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) informó de que ha pedido a Siria que "tome las medidas necesarias" para el despliegue de un equipo de investigadores de ese organismo en Duma, la ciudad objeto del supuesto ataque químico del pasado sábado.