La Organización Mundial de la Salud (OMS) reclamó ayer acceso a la localidad siria de Duma después de asegurar que sus socios locales han constatado que unas 500 personas mostraron "síntomas que encajan con la exposición a químicos tóxicos" tras el ataque del pasado sábado.

La OMS afirmó estar "profundamente preocupada" por el incidente y cifró en más de 70 personas las que habrían muerto en el ataque, asegurando que 43 de estos fallecimientos estarían "relacionados" con la supuesta exposición a armamento químico.

Desde Moscú se sigue insistiendo en que las acusaciones de ataque químico a la población siria son falsas. El teniente general Viktor Poznijir, "número dos" del departamento de Operaciones del Estado Mayor ruso, aseguró que el presunto ataque fue "un montaje" organizado por el grupo de defensa civil "cascos blancos", al que calificó de "infame".

Para Moscú, los misiles con los que EE UU pretende atacar Siria destruirían las eventuales pruebas del uso de armas químicas en el país, según sugirió una portavoz de Exteriores, que insinuó que tal vez sea ese el objetivo real de Washington.