Casi 60 civiles, chiíes hazaras en su mayoría, murieron y otros 120 resultaron heridos ayer en Kabul, la capital afgana, en un atentado suicida reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) contra un centro de registro electoral. En el atentado, que confirma los peores temores de violencia ante las elecciones legislativas de octubre, perecieron al menos 21 mujeres y cinco niños. Otras 47 mujeres y 16 niños figuran entre los heridos.

Se trata del primer ataque en Kabul contra un centro de empadronamiento para los comicios del 20 de octubre, proceso que comenzó el pasado día 14- Sin embargo, otros dos centros censales ya fueron atacados en el interior del país la última semana.

Un kamikaze se hizo estallar delante del centro de empadronamiento, en el lugar donde los electores recogen sus cédulas de identidad antes de inscribirse en el padrón. Los talibanes hicieron saber rápidamente que no tenían "nada que ver" con el ataque de ayer, del que hicieron responsables implícitamente a militantes del ISIS, que más tarde reivindicó el ataque a través de su órgano de propaganda, Amaq.