El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, elevó ayer el tono frente a la amenaza de sanciones de EE UU a las empresas que comercien con Irán, al tiempo que pidió a la UE que pase "de las palabras a los hechos" y plante cara a Washington. Le Maire aseguró que Europa debe "preservar su soberanía económica" frente a las sanciones "extraterritoriales" anunciadas por el presidente Trump en el momento de abandonar el acuerdo nuclear con Irán.

"¿Queremos ser unos vasallos de EE UU que obedecen al menor gesto de su dedo?", se preguntó el ministro, que reunirá a sus homólogos de Alemania y el Reino Unido para preparar una respuesta. No obstante, Le Maire admitió que está en contacto directo con el secretario del Tesoro de EE UU para conseguir exenciones a las empresas galas que comercian con Irán o una ampliación de los plazos de sanciones.

Pero, más allá de eso, el Ministro aseguró que París estudia una serie de medidas para contrarrestar la decisión de Washington. En primer lugar evocó el "refuerzo" de un reglamento creado en 1996 para que las empresas europeas pudieran saltarse el bloqueo a Cuba y permitir que se aplique también a Irán. Le Maire aseguró que Europa debe también "reflexionar sobre la forma de dotarse de instrumentos financieros que le permitan ser independiente de Estados Unidos".

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, multiplicó ayer los contactos diplomáticos para salvar el acuerdo nuclear. Putin habló por teléfono con la canciller Merkel y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El líder del Kremlin y Merkel "subrayaron la importancia de preservar el acuerdo para la seguridad internacional y regional", dijo el Kremlin en un comunicado. La conversación se produjo una semana antes de que Merkel visite Rusia el 18 de mayo.

Irán también está moviendo sus fichas. El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Javad Zarif, visitará en los próximos días China, Rusia y Bruselas. Zarif, acompañado de dirigentes económicos iraníes, partirá hoy de Teherán hacia Pekín y luego a Moscú y Bruselas. "Al comienzo de semana, mantendrá un encuentro en la capital belga con sus homólogos francés, alemán y británico y con la jefa de la diplomacia de la UE", Federica Mogherini, explicó un portavoz.

En mitad de esta intensa actividad, llegó una noticia sorpresa: la inesperada dimisión del jefe de los inspectores de la Agencia Atómica (AIEA), el finlandés Tero Varjoranta, máximo encargado de verificar el acuerdo nuclear con Irán. La Agencia anunció la renuncia sin dar más explicaciones, salvo que su director general, el japonés Yukiya Amano, ha nombrado como sucesor interino en el cargo al italiano Massimo Aparo, hasta ahora director de la Oficina de Verificación en Irán. La Agencia ha negado las acusaciones de que Irán tenga un programa nuclear secreto, vertidas por Israel y usadas por Trump como justificación de su salida del pacto.