El presidente de EE UU, Donald Trump, quiere presentarse a las elecciones de 2020 con "la mayor parte" del desarme nuclear norcoreano terminado. Así se desprende de unas declaraciones efectuadas ayer por su secretario de Estado, Mike Pompeo, quien insistió en que el desarme que se prevé comenzar a negociar la semana próxima debería finalizar "con toda probabilidad en el primer mandato" de Trump. Las palabras de Pompeo llegan al día siguiente de la cumbre de Singapur entre el magnate y el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Según Trump, EE UU mantendrá las sanciones a Corea hasta que el desarme esté bien encaminado. Pero, según medios oficiales de Pyongyang, Kim afirmó a su regreso de Singapur que durante la cumbre el magnate le ofreció levantarlas. La información contrasta con las afirmaciones hechas por Trump en su rueda de prensa posterior a la cumbre y con la declaración firmada por ambos, que no alude al asunto.

Lo que sí anunció Trump, aunque tampoco quedó escrito, fue el fin de las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, aspecto que ha disgustado a Japón. El ministro de Defensa nipón, Itsunori Onodera, calificó ayer esos ejercicios de "vitales" para la seguridad de Asia Oriental. El ministro japonés indicó que Tokio continuará con sus ejercicios militares y que mantendrá sus planes para reforzar su sistema de defensa ante un posible ataque con misiles por parte de Corea del Norte.

Poco antes, la presidencia de Corea del Sur había admitido, tras unas primeras horas de perplejidad, la posibilidad de cancelar las maniobras para favorecer la desnuclearización de la península de Corea. Todo da a entender que Seúl no había sido informado de las intenciones de Trump.