EE UU se retiró ayer del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tildó de "cloaca" de prejuicios políticos, a la vez que condenó la "hipocresía" de sus miembros, su "sesgo continuo" a favor de Palestina y contra Israel, así como su inacción ante "abusos flagrantes" de Venezuela y Cuba. La embajadora de EE UU ante la ONU, Nikki Haley, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, se desplazaron a Washington para comunicar la decisión e insistieron en que EE UU seguirá siendo, en sus palabras, líder en la defensa de los derechos humanos.

El anuncio llegó después de que el alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra'ad Al Hussein, considerara "inadmisible" el lunes la separación de niños inmigrantes de sus familias en la frontera con México. El Consejo de Derechos Humanos fue creado en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos y está formado por 47 países miembro escogidos por mayoría absoluta en la Asamblea General de la ONU.