El Pentágono anunció ayer la suspensión "indefinida" de los ejercicios militares programados en territorio de Corea del Sur para cumplir lo acordado entre el presidente norteamericano, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en su histórica cumbre del pasado 12 de junio en Singapur. Sin embargo, EE UU condiciona decisiones posteriores para seguir destensando la situación en la península a que el régimen siga manteniendo "negociaciones productivas y de buena fe" sobre el desmantelamiento de su programa atómico, tal como también se acordó en la cita entre ambos líderes.

"Para apoyar la implementación de los resultados de la cumbre de Singapur, y en coordinación con nuestro aliado, la República de Corea, el secretario (James) Mattis ha suspendido indefinidamente los ejercicios", anunció ayer el Pentágono en un comunicado.

El Pentágono cancela sin fecha conocida dos programas de entrenamiento con militares surcoreanos programados para los próximos tres meses en suelo de su socio asiático, gesto que se suma a la anunciada suspensión de las maniobras conjuntas de agosto "Guardián de la Libertad", que en el pasado han constituido motivo de fuertes tensiones con el régimen de Kim.

El anuncio del Pentágono es fruto de una reunión que mantuvieron, además del secretario de Defensa Mattis, el secretario de Estado, Mike Pompeo; el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, y el consejero de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton.

El motivo de este encuentro no era otro que hablar de cómo "implementar" los resultados de la cumbre entre Trump y Kim

Los ejercicios militares "Guardián de la Libertad" son unas de las maniobras "defensivas" anuales que Washington y Seúl realizan "para mejorar la preparación" de sus fuerzas armadas, "proteger la región y mantener la estabilidad de la península".

En 2017, las maniobras se desarrollaron del 21 al 31 de agosto y en ellas participaron 17.500 militares estadounidenses, 3.000 de ellos llegados de fuera de las bases que Washington tiene en Corea del Sur.

Además de Estados Unidos y Corea del Sur, en las maniobras participaron Colombia, Dinamarca, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Holanda, países todos ellos integrantes de la coalición liderada por Washington y Seúl en la guerra de Corea (1950-1953).

Aunque Estados Unidos siempre ha defendido que las maniobras "cumplen" con el armisticio firmado en 1953 y países neutrales ejercen de "observadores", Corea del Norte las considera una "provocación".

Los otros dos ejercicios militares cancelados son del Programa Coreano de Intercambio de Marines (KMEP, en inglés), en los que también suelen participar miles de militares de ambos países.

Paralelamente, Trump renovó un año más las sanciones contra Corea del Norte por la "inusual y extraordinaria" amenaza que representa su programa atómico.