España se convirtió el pasado fin de semana en el país europeo que más inmigrantes irregulares ha recibido a través del Mediterráneo en lo que va de año, alertó ayer la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Concretamente, desde el 1 de enero hasta el 15 de julio, 18.016 inmigrantes tomaron la ruta occidental -que une Marruecos y Argelia con España- para alcanzar las costas europeas, mientras que 17.827 atravesaron el mar por la ruta central, que va de Libia a Italia, y otras 14.678 llegaron a Europa a través de la ruta oriental, que conecta Turquía con Grecia.

España se sitúa así como el país europeo que más inmigrantes recibe, con el 35% de todas las llegadas a Europa, superando de esa forma las cifras de Italia, país que ha reducido un 80% su número de llegadas respecto al año anterior. Entre el 1 y el 15 de julio pasados, llegaron a España 2.940 inmigrantes a través del mar, mientras que 1.250 lo hicieron a territorio italiano. En los últimos cinco meses, la media de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo mientras intentaban llegar a España se situaba en 54 personas al día, pero sólo en los últimos 45 días han alcanzado nuestras costas 9.866 personas, aumentando la media a 220 llegadas diarias.

No obstante, los flujos migratorios hacia Europa parecen reducirse año tras año de forma considerable. Hasta la fecha, un total de 50.872 inmigrantes y refugiados han cruzado el Mediterráneo para alcanzar las costas europeas, mientras que en el mismo periodo de 2017 ya habían llegado 109.746 personas al continente. Y a su vez, menos de la mitad de las 241.859 que lo hicieron en los seis primeros meses de 2016.

El portavoz de la OIM, Joel Millman, explicó que la ruta entre Marruecos y España es mucho menos peligrosa que la ruta central, dado que la cifra de muertos entre Libia e Italia es cuatro veces mayor a la registrada en el Estrecho de Gibraltar. Esta sería una de las razones del aumento de los flujos migratorios en el Mediterráneo occidental. La otra es que el Gobierno italiano prosigue con su inflexible política antiinmigración.

El ministro de Interior, Matteo Salvini, aseguró ayer a través de su cuenta de Twitter que los dos barcos de la ONG española Proactiva Open Arms que operan en el Mediterráneo no podrán volver a atracar en puertos italianos, tras acusar a la organización de traficar con seres humanos. La ONG, cuyas embarcaciones son las únicas pertenecientes a organizaciones no gubernamentales que se encuentran ahora en el Mediterráneo, anunció que trasladará a España a los inmigrantes que rescate.