El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conocía de antemano la reunión que algunos miembros de su círculo más próximo mantuvieron, durante la campaña electoral de 2016, con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, supuestamente relacionada con el Kremlin. Así lo reveló ayer el antiguo abogado y otrora hombre de confianza del actual inquilino de la Casa Blanca, Michael Cohen, quien aseguró que aunque no tiene pruebas de ello, está dispuesto a declararlo ante el fiscal que investiga la trama rusa, Robert Mueller.

En junio de 2016, en plena campaña electoral, el hijo mayor del magnate, Donald Trump Jr, así como su asesor y yerno, Jared Kuschner, y el entonces jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, celebraron una reunión en la Torre Trump de Nueva York con Veselnitskaya, quien supuestamente conocía algunos trapos sucios de Hillary Clinton obtenidos por los servicios de inteligencia del Kremlin e iba a ofrecérselos al equipo del magnate.

Desde que el periódico "The New York Times" sacó a la luz dicha reunión al año de haberse producido, tanto Trump como su hijo han venido negando en repetidas ocasiones que el presidente estuviera al corriente de ella.

Incidiendo en este argumento, el Presidente respondió ayer a su antiguo abogado, negando de nuevo que estuviera informado de la reunión entre su círculo más próximo y la presunta agente de Moscú.

"No sabía del encuentro con mi hijo, Don Jr. Parece que alguien está intentando inventarse historias con el propósito de zafarse de algún lío sin relación", replicó Trump desde su cuenta de Twitter, afirmando además que "la única confabulación con Rusia fue la de los demócratas" y denunciando de nuevo la "caza de brujas" de la que afirma ser víctima.

Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró ayer que "si se dan determinadas condiciones", está dispuesto a aceptar la invitación de su homólogo estadounidense para celebrar un segundo encuentro entre ambos en Washington, después del que mantuvieron el pasado 16 de julio en Helsinki.

"Él (también) está invitado a Moscú, se lo he dicho", añadió además el jefe del Kremlin, una posibilidad a la que Trump parece estar "abierto" según declaró ayer la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

La cercanía entre Trump y Putin, no obstante, sigue suscitando críticas y recelos en Europa. La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, dijo ayer que el presidente estadounidense no tiene "una estrategia clara" con respecto a Rusia tras la cumbre de Helsinki, y apuntó que el "problema" de dicho encuentro es que "nadie sabe verdaderamente lo que se habló o lo que se acordó" en la capital finlandesa.