El Gobierno británico desmintió ayer que esté planeando movilizar al Ejército ante un eventual escenario de salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo con Bruselas, lo que podría provocar el bloqueo de los puertos británicos y la consiguiente escasez de productos esenciales en las Islas Británicas.

Así lo indicó ayer el portavoz oficial de la primera ministra, Theresa May, en respuesta a las publicaciones por parte de algunos medios británicos que indicaban que el Ejecutivo londinense estaría sopesando emplear a las fuerzas armadas para gestionar el escenario de un "Brexit" sin pacto con el bloque comunitario. Su misión, según tales medios, sería garantizar la entrega de suministros esenciales a la población en caso de un bloqueo total del comercio con la UE.

Interrogado al respecto, el portavoz de la primera ministra, que actualmente se encuentra de vacaciones en Italia, aseguró que el Gobierno sólo está elaborando planes de contingencia de cara al "improbable" escenario de una ruptura sin acuerdo, e insistió en que Londres sigue teniendo confianza en poder alcanzar un consenso con Bruselas.

Pese a ello, el Ejecutivo de May publicará a lo largo de agosto y septiembre docenas de documentos técnicos en los que explicará lo que deberán hacer los ciudadanos británicos y las empresas en caso de llegar a un "Brexit" sin acuerdo. En este sentido, la industria farmacéutica del país anunció ayer que, a petición del Gobierno, comenzará a acopiar reservas de los medicamentos que produzca para afrontar la posible ruptura radical de los vínculos comerciales entre el Reino Unido y la UE.

"Es el mayor desafío logístico al que hayamos tenido que hacer frente en tiempos de paz", declaró Mire Sompesan, director general de la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica, sobre una medida destinada a "tranquilizar" a la población, en palabras de Theresa May.

"No se trata sólo de acopio. La idea (...) es asegurar que se puedan continuar haciendo las cosas necesarias cuando hayamos dejado la Unión Europea, si salimos sin un acuerdo", declaró la semana pasada la primera ministra.

Pero este escenario también causa temores en el lado continental, puesto que en el futuro la UE quiere que todos los medicamentos fabricados en el Reino Unido sean sometidos a nuevos controles en los laboratorios europeos antes de poder ser prescritos a los pacientes. Algo que perturbaría los flujos de aprovisionamiento de millones de tratamientos al bloque comunitario.

Mientras tanto, un sondeo publicado ayer por la cadena "Sky News" reveló que la mitad de los británicos son partidarios de someter a un nuevo referéndum el futuro acuerdo que puedan alcanzar Londres y Bruselas para el "Brexit", y que incluya la posibilidad de rechazarlo para permanecer en la UE, revelando el creciente pesimismo que despierta esta cuestión en el archipiélago.