Jerusalén se vistiço este jueves de arcoiris para celebrar la 17ª edición del Orgullo Gay en la Ciudad Santa. Unas 20 mil personas desfilaron bajo un gran despliegue policial.

Ni las amenazas homófobas, ni la contramanifestación de los judios ultraortodoxos consiguieron parar las reivindicaciones. Los manifestantes también quisieron rendir homenaje a la joven asesinada por un extremista en el Orgullo de 2015.

Horas antes, las autoridades avisaban de que "no autorizaremos ningún desorden público y garantizaremos la seguridad de la marcha y de sus participantes", anunció la policía israelí en un comunicado.

La circulación quedó proohibida en el centro de Jerusalén y para acceder a la zona de la marcha las personas tuvieron que someterse a un registro corporal.

En 2015, un judío ortodoxo había irrumpido en la marcha y asesinado de una puñalada a un adolescente de 16 años.

La muerte del adolescente creó una polémica sobre las medidas de seguridad en la 'Gay Pride' porque el asesino, Yshai Shlissel, había salido de la cárcel pocas semanas antes de la agresión tras haber purgado una pena por herir a tres personas en la jornada del Orgullo Gay de 2005.