La Comisión Europea activará hoy, martes, la denominada "ley del bloqueo" para contrarrestar los efectos extraterritoriales de las nuevas sanciones económicas que el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha impuesto a la República Islámica de Irán, y que entraron en vigor la pasada madrugada.

Así lo indicaron ayer la alta representante de la UE para Política Exterior, Federica Mogherini, y los ministros de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian; Alemania, Heiko Maas, y Reino Unido, Jeremy Hunt, quienes lamentaron en un comunicado conjunto el restablecimiento de las sanciones a Irán por parte de Estados Unidos tras su retirada, el pasado 8 de mayo, del acuerdo nuclear con el país persa alcanzado en 2015.

La "ley del bloqueo", creada en 1996 para protegerse frente a los efectos de las sanciones estadounidenses a Cuba, a Libia y ya por aquel entonces a Irán, prohíbe a las empresas europeas aceptar los efectos extraterritoriales de las sanciones estadounidenses, pudiendo ser sancionadas por los Estados miembros de la UE si se pliegan a los castigos.

Asimismo, permite a las empresas obtener una indemnización por perjuicios derivados de esas sanciones, al tiempo que anula los efectos en el territorio de la UE de toda decisión de justicia extranjera fundamentada en esas sanciones. En otras palabras, prohíbe a las empresas europeas cumplir los efectos de las sanciones de Washington, que no tendrán ninguna validez en territorio comunitario.

Como el desacuerdo entre Estados Unidos y la UE en 1996 pudo resolverse a nivel político, esta ley nunca había llegado a aplicarse. Ahora, será la respuesta de Bruselas frente a las sanciones con las que Washington pretende bloquear las transacciones financieras y las importaciones de materias primas desde Irán -especialmente aluminio, acero, oro y metales preciosos, pero también alfombras y pistachos-, así como imponer medidas punitivas a las compras en el sector automotriz y en el de la aviación comercial.

EE UU confirmó ayer que la primera tanda de sanciones a Teherán entraría en vigor a medianoche (hora local, las seis de la mañana en España) y que las aplicará "por completo" para aumentar la presión económica contra el régimen de los ayatolás e impedir que sigan financiando "actividades malignas" en la región.

Sin embargo, al tiempo que entraban en vigor las sanciones, el presidente Trump aseguró estar "abierto" a negociar un nuevo acuerdo con la República islámica que no se limite al ámbito nuclear, sino que aborde también el resto de "actividades malignas", en alusión a la creciente influencia del país en Oriente Medio.

"Estoy abierto a alcanzar un acuerdo más amplio que aborde toda la gama de actividades malignas del régimen, incluido su programa de misiles balísticos y su apoyo al terrorismo", afirmó Trump en un comunicado de la Casa Blanca. Unas palabras que el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, no tardó en calificar como un "espectáculo de propaganda". "¿Alguien cree que el señor Trump es serio para negociar?", apuntilló al respecto el ministro persa.

No obstante, el magnate advirtió también que "los individuos o entidades que no cancelen sus actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias". Al mismo tiempo, se alegró de que "muchas" empresas internacionales supuestamente hayan anunciado ya su intención de abandonar el mercado iraní. Si la situación no cambia, Washington aplicará un segundo paquete de sanciones a Irán el próximo noviembre.