El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, anunció ayer un alto el fuego de tres meses con los talibanes a condición de que los insurgentes lo asuman también, y que, de cumplirse, sería el segundo en 17 años de conflicto. Los talibanes, por su parte, anticipan la intención de liberar a "cientos de prisioneros".

Gani anuncia ahora una tregua que sería la más larga desde la invasión estadounidense, en 2001. La medida llega después de establecer un alto el fuego temporal a mediados de junio con motivo de la festividad musulmana de Aíd al Fitr, que marca el final del mes sagrado musulmán de Ramadán, una tregua que coincidió durante tres días con una suspensión unilateral de las hostilidades por parte de los talibanes.

El presidente afgano realizó el anuncio del alto el fuego en su discurso conmemorativo del 99 aniversario de la independencia de Afganistán y condicionó la medida a que los talibanes hagan lo mismo". Coincidiendo con el anuncio de Gani, los fundamentalistas anticiparon la liberación de "cientos de prisioneros" con motivo de la fiesta del Sacrificio. La suspensión de hostilidades se produce cuando dos millones de musulmanes llegados de todo el mundo comienzan la peregrinación anual a la Meca.